sábado, 14 de septiembre de 2013

RAFA NADAL AVERGÜENZA A POLÍTICOS.

Rafa Nadal avergüenza a los políticos tras el ridículo olímpico

El tenista Rafa Nadal se ha negado a utilizar un avión privado que le ponía la federación española de tenis para disputar la Copa Davis: “Tal y como está el país no creo que sea el momento de hacerle pagar un viaje al Estado”. Sin embargo, numerosos políticos regresaron a España desde Argentina en el “jet” de Florentino Pérez y en el avión de Mariano Rajoy, incluida Ana Botella, que dejó tirada a la delegación española que venía en el más incómodo vuelo regular, también pagado con dinero público. Y es que en Buenos Aires, independientemente del ridículo final, se vivió una larga “fiesta” con cargo al contribuyente español: estancias en hoteles de cinco estrellas, opíparas comidas en el Hotel Hilton y ministros, asesores, alcaldes y hasta concejales que se apuntaron a la fiesta autoinvitándose, entre ellos incluso varios políticos de pueblos de Madrid. La conexión de televisión falló, Ana Botella hizo sonrojar a millones de españoles con su inglés chapucero, una pregunta sobre la destrucción de pruebas (bolsas de sangre) por orden de la jueza Julia Patricia Santamaría que investigaba el dopaje (y no fue sancionada por el CGPJ) aireó la situación de la justicia en España, la delegación española no prestó atención a los discursos… Si a ello sumamos la masiva corrupción política, la ruina económica, el paro descomunal, la falsificación de encuestas y datos que habitualmente practican nuestras élites, el despilfarro en el gasto público frente a la extrema crueldad extractiva hacia los ciudadanos, era previsible que la pregonada y anunciada victoria de Madrid como sede de los Juegos Olímpicos fuera tan solo la última mentira que la clase política y mediática española quiso hacer tragar a los ciudadanos. Y como era de esperar, cuando se consumó la derrota, al menos dos aviones privados recogieron a políticos y empresarios en su regreso a Madrid, mientras la delegación olímpica española se quedaba tirada en Buenos Aires para volver en vuelo regular.

Los dos aviones privados que huyeron rápidamente de Buenos Aires tras la semana de fiesta con cargo al contribuyente pero con amargo final fueron el del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez y el del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En el primero viajó el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, acusado de corrupción por el sindicato policial SUP, que investigó una casa suya en Marbella como pago por un cohecho, asunto también frenado en instancias judiciales. Allí tan solo pudo subir el jugador de baloncesto Felipe Reyes.

Al segundo avión se encaramó Ana Botella, que tras su desastroso y cómico discurso en Buenos Aires, dejó tirada a la delegación olímpica y regresó con los otros políticos en su avión privado, concretamente con Mariano Rajoy, García Margallo, José Ignacio Wert, José Manuel Soria y el jefe de la Oficina del presidente de Gobierno, Jorge Moragas. Este avión realizó el vuelo de ida procedente de Moscú e hizo escala en Las Palmas, donde se bajó el ministro de Economía, Luis de Guindos, que a su vez regresó a Madrid en otro vuelo. Por contra, el tenista Rafael Nadal, en un gesto ejemplar, rechazó el ofrecimiento de la federación española de tenis para que con dinero público viajase en un avión privado desde Nueva York para disputar en Madrid la Copa Davis frente a Ucrania: “Tal y como está el país no creo que sea el momento de hacerle pagar un viaje al Estado”.

Rita Barberá
Y es que nuestros cargos públicos gastan a manos llenas y no pueden evitarlo. Ana Botella fue vista en Patio Bullrich, uno de los centros comerciales más lujosos de la capital argentina, donde tiró de tarjeta de lo lindo. La periodista Beatriz Candel, desde Buenos Aires, fue testigo de las opíparas comidas que se dieron los políticos españoles: “el resto de la delegación de Madrid 2020 está almorzando en una zona anexa al hotel Hilton de la capital argentina, donde se celebra la asamblea del movimiento olímpico” o “La delegación de Madrid en Buenos Aires se ha retirado a reponer fuerzas después de la presentación“… Otro periodista, Juan Jiménez, tomó nota de como a nuestros políticos les gustan solo los hoteles de cinco estrellas: mientras la delegación olímpica se alojaba en un hotel NH City Tower, otros lo hacían “en el Hotel Hilton, donde Alejandro Blanco y Ana Botella hacen lobby noche y día” junto a Teresa Zabell, ex-eurodiputada del PP “y Samaranch junior”, el hijo del presidente del COI que heredó la canonjía de su padre.

A la “fiesta” del viaje a Argentina se apuntaron también alcaldes y concejales de las ciudades subsedes de Madrid: Rita Barberá (Valencia) -que lo hizo en pleno proceso de imputación por el “caso Urgangarín”-, Córdoba (José Antonio Nieto (PP), Málaga (Francisco de la Torre, PP, con una extensa delegación), Getafe (Juan Soler, PP), así como representantes de Barcelona, Zaragoza, Valladolid y hasta de Paracuellos del Jarama, pues se vio también a su alcalde, Fernando Zurita (PP). En el segundo viaje a Buenos Aires, dos días antes del acto, embarcaron en la T1 de Barajas en un vuelo de Air Europa otros 180 invitados, entre ellos la actriz Amaia Salamanca y Javier Hidalgo, el hijo del dueño de “Air Europa”. Lo poco que le importaba la puesta en escena a nuestros políticos y lo mucho que disfrutaron en el viaje lo revela una anécdota: el asesor de Rajoy, Jorge Moragas, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, no paraban de hablar a la espalda de Letizia Ortiz cuando hablaba Felipe de Borbón en la tribuna. Esta falta de educación provocó que Letizia se girara hacia la fila trasera y con el dedo índice de la mano derecha en los labios, les pidiera a ambos que se callasen. La reacción de Moragas fue volver la cara hacia la princesa y devolverle un gesto similar al suyo.

RAFA NADAL CRITICA DESPILFARRO EN TIEMPO DE RECORTES.

Rafa Nadal desprecia a Ana Mato por gastarse 1250 dólares en una entrada de lujo

La ministra de Sanidad y Servicios Sociales, Ana Mato, gastó 1250 dólares, la entrada más cara y exclusiva del Arthur Ashe Stadium, para ver la victoria del tenista español Rafa Nadal en la final del US Open de Nueva York. La ministra no pudo acceder a la acreditación oficial, que sí portaba la reina Sofía de Borbón, y tuvo que pasar por taquilla, al igual que el diplomático Fernando Arias,embajador de España en la ONU, que las acompañaba y que tampoco tenía el pase de invitado. Este último cargó la entrada al Ministerio de Asuntos Exteriores, mientras que Ana Mato ha enviado la factura al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Según testigos presenciales, la actitud de la ministra no gustó nada al tenista español, que evitó saludarla delante de los fotógrafos, algo que sí hizo con la reina, pues el día anterior había declarado que rehusaba a los viajes oficiales en avión privado, tal y como le ofreció el directivo ovetense Fernando Fernández-Ladreda Aguirre, porque “tal y como está el país no creo que sea el momento de hacerle pagar un viaje al Estado”.


Las imágenes de la final del US Open evidencian que ni Ana Mato ni Fernando Arias portan acreditación alguna, mientras que Sofía de Borbón sí accedió al recinto con la suya, lo que le exime de pagar la entrada. La organización lo explica diciendo que las acreditaciones deben formalizarse con bastante antelación y no alcanzan a políticos, ministros ni diplomáticos, pues al ser Nueva York sede de Naciones Unidas, los visitantes de rango público que quieren “colarse” en estos eventos deportivos se cuentan por miles. Junto a la reina, el diario “Daily Mail” proporcionó también una lista con las 20 celebridades que asistieron a la final masculina, muchos de los cuales pagaron su entrada. No fue el caso de la reina Sofía, aunque sí de Ana Mato y de Fernando Arias.

La decisión de Ana Mato de gastarse 940 euros de dinero público (viaje y hotel aparte) para disfrutar de las 3 horas y media que duró el evento se produjo un día después de que el propio Rafa Nadal advirtiera a los numerosos políticos españoles que se desplazaron a Argentina para presenciar el ridículo de la candidatura española a las Olimpiadas.

Por su parte, el director general de RTVE, Leopoldo González-Echenique, rechazó adquirir los derechos del partido de tenis en abierto para todos los españoles como “gesto de austeridad” porque le parecían “caros” (al final lo retransmitió Eurosport por satélite para sus abonados) pero fuentes de la empresa pública aseguran que una nutrida delegación de RTVE, compuesta por 20 personas, entre ellas numerosos directivos encabezados por el propio Echenique, sí que tuvo dinero (público) para ir a Buenos Aires durante una semana.

Y es que la élite pública española, pese al momento dramático del país, sigue de fiesta. Ana Mato y Fernando Arias utilizaron la entrada más cara (“Courtside”, a pie de pista), pero se sentaron en la Sección 2, fila G, número 16 y 14 (el 15 era el de la reina Sofía). En ese sector se ubicaron cinco famosos y todos pagaron su entrada: los actores Leonardo Di Caprio, Alex Baldwin y su esposa, la instructora de yoga mallorquina, Hilaria Thomas, el también actor Sean Connery y su esposa Micheline, actualmente prófugos de la justicia española tras una recalificación fraudulenta de la parcela de su chalet en Marbella, pieza separada del “caso Malaya”, asunto que negociaron con el alcalde Julián Muñoz y su asesor urbanístico Juan Antonio Roca, hoy ambos en prisión.

La agradable compañía con que se vió rodeada la ministra en el Arthur Ashe Stadium le causó además una grata sorpresa que no pudo evitar disimular, pues se pasó el encuentro enviando SMS y WSP a sus amigos, según un testigo presencial, momento que también recoge inadvertidamente alguna fotografía.

Leonardo DiCaprio junto a Ana Mato
Las entradas de la final del US Open de Nueva York son una pieza codiciada por parte de los amantes del tenis, que se gastan auténticas fortunas u horas de espera en conseguirlas. Y lo mismo ocurre con los aún más demandados pases de invitados, bastante más difíciles de obtener. Los tenistas los reservan para sus familiares más directos (Rafa Nadal se lo cedió a su novia Xisca Perelló) y según un testigo presencial no ocultó cierto disgusto cuando vio aparecer a la ministra para hacerse la foto con él junto a la reina, evitándole a Ana Mato el saludo directo con la excusa de la aglomeración.

Los gastos del caprichoso y caro ocio de Ana Mato no acaban ahí. El precio del vuelo en Iberia y clase bussines a Nueva York (ida y vuelta), que fue el que utilizaron Sofía de Borbón y Ana Mato, fue de 1936 euros por persona, mientras que la estancia en el Hotel Intercontinental (5 estrellas), que es la categoría que habitualmente utilizan los políticos españoles cuando viajan al extranjero, es de 459 dólares por persona y día. La estancia de la pareja española fue de cuatro días, según fuentes del departamento de Sanidad.

Según una costumbre española de origen medieval, la reina tiene que ser acompañada por una ministra o ministro cada vez que sale de viaje oficial, y al titular que escoge se le denomina “ministro de compañía”. El periodista Gonzalo Cortizo preguntó al portavoz del Ministerio de Sanidad el porqué de este viaje de Ana Mato en pleno colapso y convulsión económica de España, y le respondieron sin vergüenza alguna: “La ministra acompaña a la reina y si la reina quiere ver a Nadal, hay que acompañarla”.

El alegre manejo de los caudales públicos por parte de Ana Mato ya se ha hecho célebre en el Consejo de Ministros, donde tiene fama de “manirrota”. Su leyenda procede del ya famoso “caso Gurtel”, pues el juez Pablo Ruz documentó que los jefes de la trama, Francisco Correa y Alvaro Pérez “el bigotes”, habían pagado 49.745 euros tanto a la actual ministra como a su entonces marido, Jesús Sepúlveda, y a sus hijos. Entre los cohechos recibidos, Mato disfrutó de un viaje a Disneyland París, otro a Dublín, artículos de lujo de la firma Louis Vuitton e incluso la fiesta de cumpleaños de sus vástagos, donde se adquirió confeti por valor de 4860 euros.

Esto motivó un célebre editorial del periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, uno de los más influyentes en Europa, que realizó una dura crítica sin paliativos a todos los políticos españoles que no dimiten cuando se airean sus escándalos de corrupción. “No dimite ni Dios’, afirmaba el diario germano, después de criticar a la clase política o partitocracia española, muy especialmente al PP,que tras las revelaciones de doble contabilidad y sobresueldos en negro, está en el punto de mira de la prensa europea y muy desprestigiada ante la comunidad internacional